Hace
un año que mi vida y todo lo que yo creía se ha visto alterado. Lo que yo
pensaba que eran mitos, leyendas, habladurías o simples alucinaciones de la
gente debido a sus trastornos mentales, no eran todas mentiras, al final
resulta que esa frase que dice que los mitos o leyendas, hay algunas que salen
de una verdad, la estoy descubriendo ahora y pensaba que yo era muy racional y
creo que tengo que abrir mi mente a un posible que sea cierto.
Cuando mi padre fue asesinado por ese hombre que de hombre tenía
bien poco, yo le llamaría más monstruo, también me atacó a mí y casi me mata;
menos mal que uno de los criados entró y la bestia se fue, pero me provocó
alguna enfermedad, ya que desde entonces no puedo soportar en la piel el sol.
Al principio no entendía lo que me pasaba y hasta pensaba
que me estaba volviendo loca, “mi mente creó ese monstruo”, pero quise saber
que le pasó a mi padre: en su despacho había una puerta secreta, que daba a
otro despacho, en el que encontré mucho material de seres sobrenaturales. Él
estaba estudiando a estos seres, aun sabiendo que se ponía en riesgo, mas sus
ganas de estudiarles le pudo más.
En sus estudios, hablaba de varias clases de seres y que no
todos eran agresivos, pero los que podían atacarnos los quería estudiar para el
bien de la misma humanidad. Así que me puse a leer cada anotación y libro que
encontré allí adentro, dejé mi trabajo y me centré en el estudio de mi padre.
Por si en un futuro a mí me pasa algo, quiero dejar escrito,
todo lo que vaya aprendiendo en esta nueva faceta de mi vida, eliminar a estos
seres agresivos, para que no ataquen a nadie más y estudiar a los no agresivos,
por si en un futuro pudieran cambiar.
Encontré varias cartas de mi padre y una tal Betty Mitchel;
al parecer esta mujer. por lo que he podido deducir de esas cartas, lucha
también contra estos seres y tiene un grupo de gente que se dedica a eliminarlos.
Le escribí contándole lo que le pasó a mi padre y que me gustaría apuntarme a
su lucha.
Recibí su carta con una invitación, para conocerla y hablar.
Creo que seré más útil persiguiendo a estos seres, que en donde trabajaba, así
que aquí comienza mi nueva vida y te la voy a contar.
Cuando llegué a la mansión de Miss Mitchel, me asombró lo
grande que era y sobre todo el campo de tiro que tenía, estaba claro, que la
gente que estaba allí, sabia disparar y que no era a platos como me enseñó mi
padre y algo me decía, que mi padre tampoco disparaba solo a platos y por eso
también me enseñó a disparar y a defenderme: sabía lo que había afuera de la
realidad en la que vivíamos.
Yo pensaba que me reuniría con ella a solas, pero no fue así.
En la biblioteca, estaba un hombre, militar por su ropaje, y un señor elegante,
pero me quedé mirándoles. En un principio dudé si serian seres no agresivos,
que según mi padre parecían humanos normales o serian como yo.
No tardó mucho en venir la señorita Betty Mitchel y entonces
los hombres se presentaron. El soldado, Sir Creig, al parecer había estado en
muchas batallas, pero también era nuevo como yo, pero el segundo caballero, al
presentarse me dio un golpe en el pecho. Al parecer era el profesor Redstoke,
un hombre que se escribía con mi padre y hablaban de estos temas, así que sabía
de qué iban las cosas, pero tampoco conocía a la anfitriona, así que comprendí
que éramos los nuevos dentro de los cazadores.
Creía que tardaría un tiempo en comenzar, pero ni pudimos
sacar las cosas de la maleta: partimos a nuestra primera misión, los tres
juntos, así que ahí estábamos “la patrulla novata”
Supongo que ya les iré conociendo bien. A mis nuevos
compañeros, les veo veteranos en estos seres.
Miss Mitchel nos comentó que le había legado una carta del
Don Julian Oastler, de Leeds, en el que informaba que un Barghest, se había cobrado
varias vidas y se temía que atacaría a más, así que urgía nuestra partida para
parar a este ser. Pero yo desconocía que era ese Barghest. Por suerte, nos dejó
mirar sus libros antes de salir y encontramos información muy importante:
- -Son criaturas nocturnas.
- -Tienen garras en las patas delanteras.
- -La herida de las criaturas siempre acaba en
muerte, si la victima sobrevive con la herida, la muerte se lo llevará poco a
poco.
- -También pueden provocar la muerte, marcando con
sus garras, la puerta de la casa, y alguien de esa casa morirá pronto.
- -Pueden dominar a los perros y ellos no pueden
controlarlo, desobedecerán a sus dueños.
- -Se sabe por restos arqueológicos, que los celtas
adoraban o temían a ciertos perros demoniacos y les ofrecían sacrificios
humanos.
- -En una crónica romana cuenta, que los celtas del
entorno a Leeds, enterraban a algunos perros con el honor de un Rey, los
consideraban sagrados, ya que eran el puente entre el mundo de los vivos y los
muertos.
Esta información me alteró un poco, al pensar que este ser
podría existir. Me recordaba al perro del infierno, a Cancerbero, pero no ponía
que tenía 3 cabezas, aunque fue en lo primero que pensé.
Durante el trayecto estuvimos compartiendo la información recogida
y Sir Creig nos enseñó las cosas que había adquirido para la misión. Durante
las tres horas de charla que tuvimos, me sentí cómoda con ellos, los dos se conocían
de antes, pero no me sentía aislada en la conversación y aunque ellos son más
mayores que yo, valoraban mis conocimientos y no pusieron el grito en el cielo
al ver que soy mujer. Eso lo valoro mucho…creo que voy a aprender mucho de
ellos.
Cuando llegamos, en la estación estaba nuestro anfitrión el
Sr Oastler, que nos llevó a su mansión que estaba a las afueras de la ciudad. Durante
el trayecto, vi que la ciudad estaba muy industrializada, aun no estando en la
capital. Pero, en los alrededores, seguían siendo un típico pueblo con campo.
Ya en la casa, nos
acomodamos y adecentamos, para la cena, ya que había llovido y tanto nosotros como el equipaje, estaba mojado.
Cuando bajamos al comedor, nos percatamos todos, que habían muchas
cosas referentes a los Barghest, como cuadros con perros, unas figuras de perros
a los lados de la chimenea y hasta figuras romanas, con signos celtas.
Pienso que teníamos
muy presente lo que habíamos descubierto sobre los Barghest y lo veía por todas
partes. La señora de la casa se sentía mal y no bajó a la cena, así que una vez
estuvimos todos, comenzamos la velada. La charla de la cena fue algo curiosa: el
señor de la casa nos comentó que el primer caso fue de un padre y un hijo; el
hijo fue atacado y murió y el padre fue herido. Después de este hecho, empezaron
las demás muertes llegando a diez, y las últimas unas hermanas que regresaban a
su casa.
Hace unos días, un cazador
intentó darle caza y salió mal herido.
También nos comentó que en Leeds la leyenda del Barghest es muy
conocida y cuando vio lo que sucedía, se puso en contacto con Miss Mitchel,
para parar las muertes. En el pueblo hay gente que cree y otras no, pero el único
que ha visto al Barghest es el cazador, así que nos daría su dirección para ir al
día siguiente.
Trajeron una pequeña caja, con un colgante en su interior, que
según el Sr Oastler, protegía de cosas sobrenaturales, estilo maldiciones o cosas
así. El amuleto en cuestión era de Egipto.
Cuando el profesor lo tuvo en sus manos, un rayo iluminó
toda la estancia y al girarme para ver de dónde procedía esa iluminación, vi a través
de los ventanales de la sala, a un grupo de perros oscuros viniendo hacia nosotros.
Me levanté deprisa y al ver que mis compañeros se habían levantado también y
que se habían armado, no saqué mis dagas, pero agarré con fuerza la silla, para
dar un primer impacto si atravesaban los cristales, hecho que no tardó mucho en
suceder: saltaron 4 perros dentro. A uno
de ellos le di tan fuerte con la silla que hasta la hice añicos. El perro se dio
contra una de las estatuas, quedando inconsciente. Otro perro se metió debajo
de la mesa directo hacia Sir Creig, pero éste le disparó, provocándole la muerte y los otros
dos fueron a por el profesor; por suerte, él también agarró una silla y los mantenía
algo lejos, pero al ser dos lo tenía más complicado y uno le daño la pierna. Por suerte, llegué y con otra silla dejé
inconsciente a uno de esos perros y el profesor pudo dejar inconsciente al
otro.
El Sr Oastler, no paraba de llamar a los perros, (resulta que
eran los suyos), pero no atendían a sus órdenes.
También, a lo lejos, Sir Creig vio algo que le dejó paralizado
unos segundos, así que una vez vuelto en sí y los perros abatidos, nos armamos
mejor. El profesor me dio el medallón y me instó a ponérmelo, cosa que hice.
Salimos afuera de la mansión a ver si veíamos algo más, pero
solo vimos unas marcas en la puerta principal, como si hubieran sido hechas por
garras. Una de las doncellas, vino a avisar que la señora estaba peor.
Mi primer día y noche fue muy movido, pero tengo muchas
preguntas en la cabeza, ¿Por qué nos ataca el supuesto Barghest, si acabamos de
llegar? ¿Los perros estaban dominados o les pasaba algo más? ¿En verdad el
Barghest existe o es alguien que está haciendo esto por un propósito? Etc…,
Si de verdad existe,
hay que eliminarlo, pero si no es así, hay que averiguar qué pasa, porque hace muchísimos
años, por no decir décadas, que no se ha oído hablar de ellos y ahora aparecen,
¿Por qué?
ME ENCANTO, BASTET!!!
ResponderEliminarGracias bro :P
EliminarFantástica la História. Con ganas de ver como continua ;)
ResponderEliminarSeguro que bien, jaja o por lo menos lo sabrás al mismo tiempo que o jajaja, besitos
EliminarGenial querida. A ver en qué aventuras se meten luego.
ResponderEliminarCreo que esto es el comienzo de muchas aventuras jaja, espero que nos acompañes en ellas y que mis relatos de la partida os gusten :) Gracias por comentar
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